Entre los siglos XI y XIII, es decir, durante el período que se conoce como Baja Edad Media, se forma en Europa un arte al que se le da el nombre de Románico. Este nombre hace referencia a la fuente en que tiene su origen, que es el arte de Roma, el arte romano, del que toma tipos de edificios y técnicas constructivas. Este estilo o arte se ha denominado románico, por la semejanza con el vocablo romance, el cual designa los idiomas derivados del latín.
ARQUITECTURA: Es una arquitectura religiosa, de creación monástica, porque son los monasterios y los conventos los que la impulsan. Su edificio tipo es la Iglesia. Expresa el ideal de austeridad y recogimiento, de disciplina y penitencia. Desde el punto de vista técnico, pertenece al grupo de arquitecturas de arco y bóveda, por ser estos sus elementos funcionales básicos. Tiene una apariencia robusta y pesada. El principio de sustentación es estático, pues enfrenta masa contra peso. Presenta un exterior sobrio, de muros desnudos y lisos, interrumpidos nada más que por los elementos de refuerzo, que van incorporados a la estructura. Otros elementos constructivos: contrafuerte, columnas, pilares, cúpulas.
ESCULTURA: Está subordinada a la arquitectura, que determina los lugares y espacios que deben cubrirse con relieves o estatuas. Su finalidad no es artística sino didáctica: dar a conocer a los fieles las figuras y verdades sagradas para su instrucción religiosa. Estilización y desproporción: las figuras no guardan las proporciones naturales. Tampoco guardan la debida perspectiva ni la relación de tamaños que se debe a la diferente profundidad a que están las figuras. En los relieves, la diferencia de tamaño significa la importancia del personaje. Composición simétrica: las escenas se componen, guardando una relación simétrica. En los tímpanos, la composición tiene siempre como eje la figura de Cristo.
PINTURA: La pintura románica tiene un desarrollo notable, pues las vastas extensiones de pared lisa eran apropiadas a la decoración pictórica; por ello, también la pintura era un arte subordinada a la construcción. La falta de perspectiva, los colores planos, la composición simétrica, la rigidez de las figuras y la inexpresividad de los rostros, que muestran siempre su mirada asombrada, prueban una indudable influencia oriental a través del arte de Bizancio. La técnica empleada es la del Fresco, notables ejemplos son las iglesias románicas catalanas, de fulgentes colores y motivos abstractos de significado simbólico; y las iglesias italianas, donde las escenas religiosas pintadas muestran ya cierto empeño en copiar la naturaleza con fidelidad.
Entre los siglos XI y XIII, es decir, durante el período que se conoce como Baja Edad Media, se forma en Europa un arte al que se le da el nombre de Románico. Este nombre hace referencia a la fuente en que tiene su origen, que es el arte de Roma, el arte romano, del que toma tipos de edificios y técnicas constructivas. Este estilo o arte se ha denominado románico, por la semejanza con el vocablo romance, el cual designa los idiomas derivados del latín.
ARQUITECTURA: Es una arquitectura religiosa, de creación monástica, porque son los monasterios y los conventos los que la impulsan. Su edificio tipo es la Iglesia. Expresa el ideal de austeridad y recogimiento, de disciplina y penitencia. Desde el punto de vista técnico, pertenece al grupo de arquitecturas de arco y bóveda, por ser estos sus elementos funcionales básicos. Tiene una apariencia robusta y pesada. El principio de sustentación es estático, pues enfrenta masa contra peso. Presenta un exterior sobrio, de muros desnudos y lisos, interrumpidos nada más que por los elementos de refuerzo, que van incorporados a la estructura. Otros elementos constructivos: contrafuerte, columnas, pilares, cúpulas.
ESCULTURA: Está subordinada a la arquitectura, que determina los lugares y espacios que deben cubrirse con relieves o estatuas. Su finalidad no es artística sino didáctica: dar a conocer a los fieles las figuras y verdades sagradas para su instrucción religiosa. Estilización y desproporción: las figuras no guardan las proporciones naturales. Tampoco guardan la debida perspectiva ni la relación de tamaños que se debe a la diferente profundidad a que están las figuras. En los relieves, la diferencia de tamaño significa la importancia del personaje. Composición simétrica: las escenas se componen, guardando una relación simétrica. En los tímpanos, la composición tiene siempre como eje la figura de Cristo.
PINTURA: La pintura románica tiene un desarrollo notable, pues las vastas extensiones de pared lisa eran apropiadas a la decoración pictórica; por ello, también la pintura era un arte subordinada a la construcción. La falta de perspectiva, los colores planos, la composición simétrica, la rigidez de las figuras y la inexpresividad de los rostros, que muestran siempre su mirada asombrada, prueban una indudable influencia oriental a través del arte de Bizancio. La técnica empleada es la del Fresco, notables ejemplos son las iglesias románicas catalanas, de fulgentes colores y motivos abstractos de significado simbólico; y las iglesias italianas, donde las escenas religiosas pintadas muestran ya cierto empeño en copiar la naturaleza con fidelidad.
El arte gótico impulsado por los burgueses
El gótico tuvo lugar desde el siglo XII hasta la primera mitad del XVI y alcanzó su máximo esplendor en el siglo XIII. El desarrollo del arte gótico coincide con una expansión económica centrada en el comercio. Durante el románico los centros neurálgicos y soporte del feudalismo eran los señoríos o la abadía. Sin embargo, pronto las personas cualificadas lograron abandonar el señorío o la abadía y se establecieron libremente en otros lugares. Así, surgieron de nuevo las ciudades (burgos) y se desarrolló la propiedad privada. Los habitantes de estas ciudades, los burgueses (artesanos, vendedores de productos agrarios, gremios...), impulsaron el estilo gótico.
El edificio tipo de este estilo es la catedral, erigida en las ciudades como emblema del poder económico del burgués.
La verticalidad de la arquitectura gótica
Si en el románico dominaban las líneas horizontales, el gótico busca la verticalidad, tanto en el interior (los pilares se estilizan y son más altos, y el techo confiere sensación de ligereza al edificio), como en el exterior (pináculos, torres y flechas que se dirigen hacia el cielo acentuando la impresión de ingravidez).
La obra gótica se proyecta hacia afuera y por eso se cubre con vidrieras que permiten pasar la luz.
En la arquitectura gótica religiosa domina la catedral, que se construye con la participación de todos los ciudadanos y donde es patente la gran rivalidad entre las ciudades para edificar la más elevada. También adquiere gran importancia la arquitectura civil: ayuntamientos, castillos... La catedral se organiza en una planta con 3 ó 5 naves, un crucero y cabecera con girola o nave que rodea el ábside, simple o doble, en la que se abren capillas poligonales (ya que no se podían hacer vidrieras circulares).
Cuenta con 3 puertas: una a los pies (oeste) y otras dos a cada extremo del crucero (norte y sur) y generalmente a los pies se elevan dos torres. Las obras ya no son anónimas, pues las realizaba un maestro mayor. Como elementos característicos del gótico cabe citar pilares (al principio gruesos y más tarde cilíndricos), arbotantes (rematados con un pináculo) y contrafuertes, gárgolas (figuras de monstruos utilizadas para evacuar la lluvia mediante una tubería interior y que evitan la humedad en los muros), arcos apuntados (ojivales) que se transforman en lancetados (forma de lanza), bóvedas de crucería (entrelazada con nervios finos), vidrieras sujetas con hierro y plomo (sustituyen a las pinturas murales románicas), rosetón (en la portada de los pies y a veces en las puertas del crucero) y doseletes (techos muy adornados colocados sobre una escultura).
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